Ludwig van Beethoven fue en una ocasión a un restaurante vienés del que era cliente habitual. Antes de que llegara el camarero, sacó papel pautado del bolsillo y empezó a escribir. Como estaba tan absorto en su trabajo, el camarero no le molestó. Un buen rato después, Beethoven gritó: <<¡Camarero, la cuenta!>>.
jueves, 30 de abril de 2009
Anécdotas de Beethoven
martes, 28 de abril de 2009
Anécdotas de Gluck
Christoph willibald Gluck caminaba una noche por París. De buen humor, agitaba su bastón de un lado a otro. De repente, la punta del bastón golpeó el cristal de una ventana, que rompió. El dueño de la casa, enfadado, salió a la calle en camisón y exigió treinta céntimos para reparar el daño. Gluck le dio una moneda mucho mas valiosa. Cuando el perjudicado le explicó que no podía darle el cambio, Gluck rompió sin vacilar varios cristales más y le dijo: <<¡Ahora estamos en paz!>>.
lunes, 27 de abril de 2009
Anécdotas de Haendel
Georg Friederich Heandel estaba de visita en casa de una dama. En medio de la conversación, empezó a ladrar el perrito de la señora. Sin vacilar, Haendel cogió el perro y lo arrojó fuera de la habitaión.
-Pero, maestro, ¿por qué hacéis eso? -pregunto indignada la dama.
A lo que heandel respondió:
-¡Desafina al ladrar!
-Pero, maestro, ¿por qué hacéis eso? -pregunto indignada la dama.
A lo que heandel respondió:
-¡Desafina al ladrar!
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