lunes, 25 de mayo de 2009

Premio limonada

Desde el blog mencanta me llega este premio limonada, gracias.

Normas del premio:
1- Pegar la imagen del premio en el blog.
2- Nominar al menos a 5 blogs que muestren una gran actitud y/o gratitud.
3- Asegurarse de enlazar bien a los nominados.
4- Hacerles saber que han recibido el premio.
5- Repartir el amor y no olvidarte de enlazar a quien te premio.

Los blogs a los que yo premio son:

-Vídeos y juegos, por sus vídeos divertidos.
-Objectiu: La música, por todo.
-Porrones flotantes...Y otras cosas, por sus historias.
-Primaria - Aprender es fácil, por sus recursos.
-Noticias científicas, por su información interesante.



jueves, 7 de mayo de 2009

Anécdota de Mahler

Gustav Malher dejaba que su esposa se ocupase de todas sus cosas. Cuando una vez fue al dentista con un fuerte dolor de muelas, su mujer se quedó en la sala de espera. De repente, se abrió la puerta de la consulta, Mahler salió a toda prisa y le preguntó: <<¿Qué muela es la que me duele?>>.

martes, 5 de mayo de 2009

Anécdota de Liszt

Franz Liszt, que debía dirigir un concierto, se dejo por descuido la partitura en una silla. Una oronda baronesa se sentó encima. Listz fue hacia ella y le dijo cortésmente:<< señora, pero la partitura sobre la que está sentada no es para instrumientos de viento>>.


lunes, 4 de mayo de 2009

Anécdotas de Paganini

Niccolò Paganini debía de ser bastante tacaño. Cuando se enteró de que una guapa y dotada cantante queria casarse con él, dijo: <<¿Casarme con ella? ¿Para que pueda oírme tocar el violín gratis? ¡Ni hablar!>>.

jueves, 30 de abril de 2009

Anécdotas de Beethoven

Ludwig van Beethoven fue en una ocasión a un restaurante vienés del que era cliente habitual. Antes de que llegara el camarero, sacó papel pautado del bolsillo y empezó a escribir. Como estaba tan absorto en su trabajo, el camarero no le molestó. Un buen rato después, Beethoven gritó: <<¡Camarero, la cuenta!>>.

martes, 28 de abril de 2009

Anécdotas de Gluck

Christoph willibald Gluck caminaba una noche por París. De buen humor, agitaba su bastón de un lado a otro. De repente, la punta del bastón golpeó el cristal de una ventana, que rompió. El dueño de la casa, enfadado, salió a la calle en camisón y exigió treinta céntimos para reparar el daño. Gluck le dio una moneda mucho mas valiosa. Cuando el perjudicado le explicó que no podía darle el cambio, Gluck rompió sin vacilar varios cristales más y le dijo: <<¡Ahora estamos en paz!>>.

lunes, 27 de abril de 2009

Anécdotas de Haendel

Georg Friederich Heandel estaba de visita en casa de una dama. En medio de la conversación, empezó a ladrar el perrito de la señora. Sin vacilar, Haendel cogió el perro y lo arrojó fuera de la habitaión.

-Pero, maestro, ¿por qué hacéis eso? -pregunto indignada la dama.

A lo que heandel respondió:

-¡Desafina al ladrar!